Comentario de “Operación impensable” (Jonathan Walker, 2015).
El subtítulo del libro, “La Tercera Guerra Mundial: Planes británicos para atacar el Imperio ruso 1945”, da una idea bastante clara del argumento.
Se trata de una obra densa, con aportación de datos numéricos sobre tropas y otros extremos, que intentan dar una base objetiva al tema planteado. Consigue informar de manera convincente y eficaz de la arriesgada, – o imposible -, operación de invasión de la URSS en los momentos finales de la Segunda Guerra Mundial por parte de los aliados, que podrían estar capacitados y dispuestos a realizar una ofensiva según el primer ministro británico y líder del Partido Conservador, Winston Churchill, gran protagonista tanto del libro como de los acontecimientos de la época. Churchill ordena a Montgomery hacer acopio del armamento alemán aprehendido ante esta eventual operación.
En el núcleo de su narración encontramos a los personajes fundamentales, cuyas decisiones marcaron el devenir posterior de la Historia. Personajes esenciales como el ya mencionado Churchill, Roosevelt y Truman, Eden, Molotov, Stalin, Harrison, Stimson y Byrnes, así como más adelante Bevin y Atlee. Todos ellos aparecen citados en documentos oficiales, cartas enviadas, textos preliminares a la formalización o rechazo de una propuesta política, los acuerdos relacionados con Polonia o las conferencias de Yalta y Potsdam. Estos documentos retratan a la perfección la personalidad de cada personaje, así como la complejidad del sistema internacional y la dificultad en la toma de decisiones en un contexto de guerra, tensión y difícil equilibrio.
El momento histórico es claro. El final de la Segunda Guerra Mundial se vive de forma intensa y las fuerzas aliadas vencedoras buscan una posición sólida e influyente en el nuevo orden internacional. El Primer Ministro británico se muestra receloso y preocupado por la expansión del Ejército Rojo sin que se haga nada por evitarlo. La Gran Guerra Patria ha dado el triunfo a Stalin, que aprovecha los momentos difíciles que se viven para establecer países satélite, la órbita comunista. Sin embargo, para EE.UU. la preocupación primordial es la amenaza que supone Japón y cuenta con el compromiso de Stalin de, en su caso, atacar Manchuria para debilitar al país oriental.
La “Operación Impensable”se plantea como una petición de Churchill a su Junta de Planificadores para que realicen un estudio de la situación. EE. UU. es un aliado imprescindible, pero Roosevelt está centrado en el problema nipón y no está dispuesto a arriesgar más tropas en Europa, pues considera la posible operación contra la URSS como una manifestación del afán imperialista británico, afán denostado por los norteamericanos. El apoyo estadounidense es esencial para evitar la sovietización de Polonia y la expansión soviética, pero Roosevelt no desea una posible consolidación del colonialismo inglés y permanece aparentemente indiferente ante la actitud de Stalin.
La visión de Churchill es completamente distinta:
Es primordial la defensa de Polonia, símbolo del inicio de la guerra. Stalin, ya antes de terminar la guerra, ocupa Polonia en su camino hacia Berlín de una manera arrogante que pone de manifiesto su voluntad de expansión. Churchill está indignado por el incumplimiento de parte de los acuerdos de Yalta, como el establecimiento de un régimen democrático en Polonia, y por la actitud de Roosevelt. La operación impensable planea una contraofensiva a través de Polonia para hacer retroceder al Ejército Rojo hasta Ucrania, liberando Polonia de la influencia soviética. La defensa de Polonia, como la defensa de Grecia, no es una manifestación de imperialismo, sino un intento de frenar a Stalin en su intento de dominio de Europa. El autor se muestra crítico con los EE.UU, que no apoyan a Churchill en sus peticiones de ayuda, y, sin embargo, más tarde realizan un proyecto parecido, la Operación Pincher.
Sorprende inicialmente que la obra presente al Reino Unido como ingenuo en la situación de posguerra. Pero esta impresión cambia rápidamente cuando Churchill aparece en escena. Gran visionario, líder firme y resuelto, es exaltado de una manera que a veces puede parecer un tanto exagerada, aunque es indiscutible su gran labor y que asumió decisiones extremadamente complejas.
El autor de la obra se muestra convencido de que la Operación impensable tenía como objetivo salvar a Polonia de la órbita comunista y con ello a Europa de la influencia y dominación soviética. ¿Qué hubiera ocurrido si esta operación se hubiera llevado a cabo? Evidentemente, la historia hubiera sido muy distinta y, por supuesto, hubiera dependido del resultado de esa operación. No obstante, la falta de apoyo de Roosevelt, la pérdida de las posteriores elecciones por parte de Churchill o el fallecimiento del propio Roosevelt, así como una Europa arruinada por los estragos de la Guerra, convirtieron la operación impensable en operación imposible.
Para concluir, el autor plantea en el epílogo una pregunta retórica: ¿se trataba de una operación impensable?
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