Autor: Firma invitada
marzo 3, 2020

Nuestra querida geografía patria, nuestra querida piel de toro, se encuentra jalonada por infinidad de pueblos y lugares y, en ocasiones, las capitales de provincia o los pueblos de mayor tamaño son conocidos y visitados por el gran público y hay otras muchas poblaciones sencillas y humildes que apenas son conocidas y quizás su encanto y belleza sean muy superiores.

¿Será este uno de los peajes que debemos pagar a la modernidad, a lo que es nuevo? Hasta no hace mucho tiempo las carreteras pasaban por los pueblos y a veces eran su calle principal (incluso hoy en día muchas calles de nuestros pueblos se llaman “Carretera de…); esta circunstancia hacía posible que parásemos, estiráramos piernas, veíamos la población y, de paso, degustábamos o comprábamos algún producto local de los muchos y variados que tenemos en España. El paso del tiempo hizo que las carreteras circunvalaran los pueblos y no digamos las grandes y extensas autovías que nos transportan velozmente a otras regiones e incluso a naciones distintas a costa de renunciar al encanto y sosiego de disfrutar paso a paso de rincones y lugares…En fin, los sempiternos pros y contras de la modernidad. “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”, decía el personaje de D. Hilarión en la zarzuela “La Verbena de la Paloma” cuando se estrenó en 1894 y esa afirmación sigue estando plenamente vigente.

Amigo lector, si es que alguno llego a tener, uno de esos pueblos que sin duda merece la pena visitar, y a través de esta humilde colaboración invito a ello, es San Carlos del Valle, en pleno corazón de la extensa provincia de Ciudad Real. Si te diriges a Andalucía o de Andalucía vienes, bien a la altura de Valdepeñas o de Manzanares dirige tu vehículo hacia este lugar. Lo he visitado en multitud de ocasiones y os puedo decir que una vez que desde La Solana enfilamos la recta y estrecha carretera CR-644 pocas vistas tan bonitas podemos tener como esta; según la época del año podemos disfrutar del verde manto de las primeras siembras, el marrón-rojizo del terruño tan característico de esta zona de La Mancha, los anchos olivos entremezclados con el mar de viñas manchegas, el amarillo de las altas espigas que anuncian la ya próxima cosecha y, al fondo de nuestra vista se yergue majestuosa, imponente, la cúpula recubierta de cinc y pizarra y rematada por una interminable aguja y las torres de la iglesia de San Carlos del Valle, monumento que nos parece hacer ver que estamos llegando a una catedral y pronto comprobaremos que se trata de una gran iglesia en un pequeño pueblo.

Y sí, la iglesia y su cuidada y rectangular plaza bien merecen esta visita. Creo fue en la época de D. Manuel Fraga Iribarne como ministro entonces de Información y Turismo (años 60 del pasado siglo) cuando se prodigaron eslóganes y carteles para atraer e invitar a visitar los pueblos al entonces incipiente turismo. El reclamo turístico para San Carlos del Valle no pudo ser más acertado: “San Carlos del Valle: una plaza para un pueblo, un pueblo para una plaza”.

Veamos algo de los orígenes de este singular pueblo

El primer asentamiento de San Carlos del Valle surge en torno a la primitiva ermita de Santa Elena, en una de cuyas paredes aparecía pintada la imagen del Santo Cristo del Valle, imagen venerada y conocida no sólo en este pueblo sino en toda la comarca. Es tal la fuerza del Cristo del Valle y su arraigo que aún en nuestros días hay mucha gente que dice “voy al Cristo” o “soy del Cristo” cuando en realidad está hablando de San Carlos del Valle. Y el gentilicio es precisamente el de cristeños el de los nacidos en San Carlos del Valle.

El aumento de peregrinos que acudían al Cristo motivó la construcción de una nueva ermita y unas dependencias anejas para acoger y albergar a los peregrinos. Dicha obra finalizó en el reinado de Felipe V y el trazado urbanístico actual de la población data de la época del rey Carlos III cuando por real encargo Pablo de Olavide efectuó los planos del pueblo. Y ya durante el reinado de Carlos IV (1800) se dicta la Real Carta de Privilegio que convertiría en independiente a San Carlos del Valle de la villa de Membrilla, ambas pertenecientes a la Orden de Santiago.

Tanto la Plaza Mayor como la iglesia fueron diseñadas por el mismo arquitecto, Juan Nuñez de la Barreda; el inicio de las obras de la iglesia tuvo lugar en el año de 1713 terminándose en 1729, siendo posterior la ejecución de la Plaza Mayor. La plaza es de estilo barroco, cerrada, de forma prácticamente rectangular, con dos plantas de galerías de madera con columnas de piedra como base de dichas galerías.

La iglesia del Santísimo Cristo del Valle es barroco tardío; tiene cuatro fachadas de ladrillo visto, sobresaliendo la portada orientada al poniente, con puerta central adornada con columnas toscanas, y en la parte superior de esta portada nos encontramos con la imagen del Cristo del Valle en la cruz; el interior de la iglesia es una planta de cruz griega. La enorme cúpula central es octogonal, flanqueada por cuatro torres que son a la vez campanarios, que sin duda sobresalen y destacan sobremanera siendo un regalo para la contemplación del viajero desde muchos kilómetros en esta agradable llanura manchega.

Sin duda la belleza y sencillez de este precioso pueblo manchego no pasaron desapercibidos ni para nuestros Reyes ni para los asesores de la Casa Real cuando decidieron visitarlo, en una histórica jornada, el 18 de mayo de 2016. Don Felipe y Doña Letizia visitaron San Carlos del Valle aquél día descansando y reponiendo fuerzas en la “Hospedería Santa Elena”, que se halla en la misma Plaza Mayor.

Y para la anécdota este otro dato

San Carlos del Valle es la cuna y pueblo natal de Manuel Cáceres Artesero, nombre y apellidos que quizás no les diga mucho pero sí el sobrenombre de este peculiar, simpático y reconocidísimo personaje con el que es conocido, “Manolo el del Bombo”, que ha llevado el nombre de España, los colores rojigualda de nuestra bandera y su célebre bombo por todos los rincones del mundo. Desde el mes de agosto del año 2019 el pabellón municipal de San Carlos del Valle lleva el nombre oficial de “Manolo el del Bombo”.

Digamos, finalmente, que San Carlos del Valle pertenece al partido judicial de Manzanares (Ciudad Real), que no tiene notaría demarcada ni la ha tenido nunca y para las actuaciones notariales en el lugar habrá que estar a lo dispuesto en el artículo 117 del Reglamento Notarial (“Los notarios residentes en una misma localidad podrán ejercer su ministerio, indistintamente, dentro de su término municipal. También podrán ejercerlo en los términos municipales de los demás pueblos del mismo distrito notarial con arreglo al artículo 8 de la Ley en los que no exista notaría demarcada…”). La población más próxima dentro del distrito notarial que cuenta con notaría es la villa de La Solana, a unos doce kilómetros por carretera. La inscripción de las propiedades ubicadas en este lugar corresponde al Registro de la Propiedad de Manzanares.

Dejamos San Carlos del Valle

Después de la visita, que no debe llevarnos demasiado tiempo si son otros quehaceres lo que nos ocupan, en el retrovisor de nuestro coche seguirá destacando la enorme cúpula de la iglesia; que nuestra retina retenga tanta belleza que acabamos de contemplar y estas estrofas de un poeta manchego de Argamasilla de Alba, Vicente Cano, nos pueden ayudar a que nuestra mente archive y procese todo lo visto y vivido en este lugar. El título de la poesía es precisamente “San Carlos del Valle”, y dice así:

¡Dejadlo que siga igual:

dueño del sol y del aire!

¡No amuralléis horizontes!

¡Dejadlo, así, que descanse

al amor de su silencio,

al arrullo de las aves,

con su paz como fervor

y su cielo siempre grande!

¡Dejadlo, así, con su plaza

casi mágica e inefable,

casi sueño conseguido,

casi corazón que late!

¡Dejadlo así de pequeño

y seguirá siendo grande! 

Ignacio García-Noblejas Santa-Olalla

Notario de Madrid

 

Ignacio García-Noblejas Santa-Olalla, compañero de Madrid, nos ofrece hoy en notaríAbierta su primera colaboración (estamos seguros de que habrá más) como Firma Invitada. La dedica a una tierra que ama, disfruta y conoce muy bien. Con esta entrada de hoy son ya nueve las que tenemos en la sección Nuestros Pueblos. Gracias Ignacio, hasta pronto.

Acerca del autor:

Firma invitada – ha escrito posts en NotaríAbierta.


 

 

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